La vida en el Jardín de Infantes BUSCA crear un entorno cálido que cobije al niño.
Se ofrece un marco de ritmos, repetición y hábitos claros y visibles, donde los niños, que a esta edad son puro movimiento y actividad, encuentran un ámbito que les brinda orden y seguridad.
El niño a esta edad presenta una confianza ilimitada hacia los adultos y desea imitarlos. Los padres y maestros tienen la gran responsabilidad de ser modelos dignos de imitar, que reflejen en su hacer, sentir y pensar lo que es bueno, bello y verdadero.
La principal tarea del niño es jugar. La fantasía que expresa a esta edad en sus juegos será el sustento de su capacidad de pensar.
Las salas están integradas por niños de 3 a 6 años. ¡Hay que ver a los mayorcitos cultivar la paciencia con los pequeños y a los más chicos mirar con admiración a los más grandes!
Diariamente, los maestros realizan distintas tareas: lavan, cosen, cocinan, arreglan juguetes, tejen, cantan, pintan, modelan. Cada mañana, junto a los niños, se prepara la merienda con cereales, yogur, frutas, o verduras de la huerta. Se tiende la mesa con lindos manteles de tela y con cuencos de cerámica.
Las canciones, las rondas, los cuentos y la mesa de estación van acompañando los ritmos de la naturaleza y sus estaciones. Y cada época es coronada por su respectiva fiesta.